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Dudas y certezas

Llevo varios días queriendo escribir, aunque sea de forma preliminar, sobre el resultado de las elecciones autonómicas del pasado 28M. A día de hoy tengo muchas más dudas que certezas y muchas más preguntas que conclusiones. Sin embargo, me lo debía a mí misma y, sobre todo, se lo debía a todas aquellas personas que han confiado en mí. A los militantes, pero también a todos los votantes. A las 160.694 personas que decidieron escoger la papeleta de Podemos, Izquierda Unida y Alianza Verde el pasado 28 de mayo.

Os confieso que, sin embargo y hasta ahora, no he tenido fuerzas. Reflexiones, interrogantes, ideas desordenadas, llamadas y mensajes de amigos y compañeras han inundado mis pensamientos y mis desvelos. Reflexiones atravesadas por una profunda sensación de tristeza e injusticia, por lo que pudo haber sido y no fue. No me refiero sólo a obtener representación parlamentaria sino a haber sido capaces de superar esta etapa “trumpista” que tan magníficamente representa Isabel Díaz Ayuso en la Comunidad de Madrid.

Las elecciones autonómicas y municipales son ya algo aparentemente lejano en el tiempo, Sánchez se ha encargado de que así sea. Y desde luego parece haberlo conseguido como consecuencia de la inmediatez del momento y la distorsión que nos producen las redes sociales, pero en realidad ha transcurrido poco más de una semana y, aunque no he sido capaz de elaborar un análisis completo- estoy en proceso de hacerlo junto a mi equipo de campaña-, sí que me gustaría aportar algunas conclusiones, con dos objetivos:

El primero es, sin duda, rendir cuentas ante todas las personas que han confiado en mí y en el proyecto político unitario al que he tenido el honor de representar. Y al que espero haber representado con dignidad, con mayor o menor acierto durante este tiempo. En este sentido, considero indispensable extraer algunos aprendizajes de cara a este nuevo ciclo electoral que nadie esperaba tan rápido pero que, sin comerlo ni beberlo, tiene fecha próxima: el 23 de julio.

Y el segundo, para transmitir un mensaje de esperanza frente a la resignación que corre a borbotones estos días. El futuro no está escrito y debemos ponernos a escribirlo juntos, en colectivo, desde los partidos del cambio y los colectivos sociales, desde el respeto y la diversidad como valor en sí mismo, contando con todo aquel que tenga la convicción de querer avanzar para transformar a mejor nuestro país, para blindar los derechos civiles, pero también los económicos, sociales, culturales y ambientales. En definitiva, con todas las personas, organizaciones y colectivos que compartamos la agenda que nos marcan los Derechos Humanos, el feminismo y la justicia social.

En relación con la primera cuestión y comprometiéndome a profundizar en ello más adelante, lo cierto es que nos hemos quedado a menos de 5.000 votos de obtener representación y arrebatarle la mayoría absoluta a Ayuso. De hecho, el Partido Popular ha perdido voto. Ha obtenido mayoría absoluta, sí, pero ha perdido voto. Y, humildemente, creo que hubiéramos conseguido frenar a la derecha si hubiéramos conseguido la unidad de las fuerzas progresistas a la izquierda del PSOE. Unidad, no como fetiche, unidad no sólo como resultado, unidad como forma de hacer política en común tanto dentro como fuera de las instituciones. Esto, además, sí lo hemos conseguido en la defensa de luchas concretas como la lucha por la verdad y la dignidad en las residencias de personas mayores, en la lucha por el derecho a la vivienda, en la defensa de la sanidad pública y nuestros centros de salud, de la escuela pública y la construcción de centros educativos, en la defensa de los vecinos de San Fernando de Henares, de la Cañada Real, del sector del Taxi, del colectivo LGTBI o de nuestros árboles. Sin embargo, esta unidad de acción no se tradujo en una opción electoral que creo hubiera ilusionado a mucha gente. Quién sabe si tanto como para haber llegado a vislumbrar la oportunidad no sólo de frenar a Ayuso, sino de ganar.

Con relación a la segunda cuestión es evidente que va íntimamente relacionada con la primera. Tan es así que esa primera conclusión alumbra el camino a seguir para la próxima cita electoral. Si sabemos leer lo sucedido, tenemos ante nosotros las pistas para escribir el futuro.

Alejandra Jacinto, abogada y ex candidata de PODEMOS-IU-AV a la Presidencia de la Comunidad de Madrid.